Institución Arquitectónica de Juan Borchers a 44 años de su publicación: Una reflexión vigente

Portada de Institución Arquitectónica

Juan Borchers es una de las imágenes más prominentes cuando hablamos de teoría de la arquitectura y de arquitectura en Chile durante el siglo XX. Su obra la Copelec destaca como una de las grandes piezas de arquitectura moderna, reconocida incluso internacionalmente. En paralelo a su obra, este arquitecto fue autor de importantes escritos en la teoría de la arquitectura.

A continuación, queremos presentar el siguiente texto de Sergio Salazar Álvarez ((Sobre el Autor: Arquitecto, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2004. Magíster en Arquitectura, mención Teoría, Historia y Crítica, Escuela de Arquitectura PUC, 2008. Su Tesis de Magister, titulada Casa Olalla: Proyecto, prospecto y perspectivas de una vivienda Moderna en Punta Arenas, abordó el estudio y la reconstrucción de una obra inédita del arquitecto chileno Juan Borchers. Es profesor docente asociado en la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y profesor docente adjunto en la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo. Ha trabajado en gestión y docencia universitaria, y ha colaborado en la edición de libros de arquitectura y publicaciones digitales. Ha participado como Expositor en el IIº Seminario Nacional DOCOMOMO Chile, Desafíos del Patrimonio Moderno, en el año 2007. Actualmente se desempeña como docente e investigador en la Escuela de Arquitectura de la Universidad del desarrollo, y como Asistente del Programa de Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos de la Pontifica Universidad Católica de Chile.)), quien se refiere a su libro de 1969 “Institución Arquitectónica” y reflexiona acerca de las principales ideas expresadas. Todo en este texto a continuación.

Sergio Salazar Álvarez Institución Arquitectónica a 44 años de su publicación: Una reflexión vigente

El arquitecto chileno Juan Borchers nace en la ciudad de Punta Arenas en 1910 y fallece en Santiago en 1975. En 1929 ingresa a la carrera de Arquitectura en la Universidad de Chile. Es expulsado de la universidad en 1933 debido a su participación en los movimientos estudiantiles que por entonces pedían reformar la enseñanza. Retoma sus estudios ocho años después, titulándose en 1943. Sus obras más destacadas son el edificio para la Cooperativa Eléctrica de Chillán (1960-1966) y la Casa Meneses en Santiago (1963-1973), proyectadas en conjunto con los arquitectos Isidro Suárez y Jesús Bermejo.

Borchers está considerado como un exponente de la arquitectura moderna en Chile, y de la influencia que las ideas de Le Corbusier ejercieron en el contexto nacional. Su producción intelectual se desarrolla en términos gruesos, entre los años cuarenta y mediados de los setenta. Ello coincide con un período de asentamiento y desarrollo de la arquitectura moderna en Chile, marcada por la madurez alcanzada por ciertos grupos profesionales, y por manifestaciones singulares como el surgimiento del Instituto de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso, liderado por Alberto Cruz.

Por otra parte, siendo aún una figura relativamente desconocida, en los últimos años el trabajo de Juan Borchers ha sido objeto de atención, nacional e internacional, en cuanto a su originalidad y coherencia teórica. El suyo es un intento apasionado por pensar la arquitectura moderna y, al extremo, por verla como una forma de pensamiento. Dice Borchers: “Mientras aún era estudiante de arquitectura llegué a concebir esto: que la arquitectura moderna era una manera de pensar las cosas y no un manera tal o cual” ((Juan Borchers a Jesús Bermejo en carta desde París fechada el 19 de octubre de 1958. Disponible en el Fondo Documental Juan Borchers del Archivo de Originales del Centro de Documentación e Información Sergio Larraín García Moreno, FADEU, PUC.)) .

Retrato de Juan Borchers (c. 1970)

Aunque ciertamente los intereses y la trayectoria de Borchers exhiben un importante grado de autonomía respecto al acontecer profesional de Chile, su obra no puede dejar de comprenderse como un contrapunto a esos mismos acontecimientos. El caso más claro de estas complejas relaciones puede ser visto en el denominado Caso Domeyko, en el cual determinados acontecimientos de carácter netamente profesional y gremial (por la defensa de la propiedad intelectual del proyecto de arquitectura frente al mandante), detonan en Borchers un intenso trabajo intelectual, que constituirá el origen de su primer libro: Institución Arquitectónica, publicado en 1968.

Institución Arquitectónica aborda no sólo los cuestionamientos de una época, sino que en ella está presente un discurso que aborda con fuerza esa bipolaridad entre acción y contemplación que hoy en día motiva buena parte de la discusión arquitectónica contemporánea.

Y… ¿de qué trata Institución Arquitectónica? El libro agrupa tres textos, los que son parte de diecisiete escritos-lectura gestados en 1964 bajo la interrogante y argumentación forjada en las charlas que el arquitecto chileno dio ante un grupo de amigos y colegas. En ellas Borchers desarrolla un cuestionamiento desde la eventualidad del caso Domeyko, pero que ahonda en preguntas constantes y trascendentes a aquella circunstancia particular: ¿qué es arquitectura?, ¿quién es arquitecto?, ¿qué es ser arquitecto?.

Naturaleza y orden artificial. Dibujo de Juan Borchers en Institución Arquitectónica

“El espíritu de pesadez, que domina en arquitectura, hace contraste con la multiplicación de las obras como una procreación de cancerosa falta de profundidad; algo que flota sin densidad, como un árbol que se expande rápidamente sin raíz ni fijeza en su madera, dando lugar a la creencia infundada.” ((BORCHERS, JUAN. Institución Arquitectónica. Editorial Andrés Bello. Santiago, Chile, 1968. Pág. 135.))

La apelación al arquitecto

El libro busca ser un llamado de atención al que estudie, ejerza o enseñe arquitectura. Invita a dudar sobre lo que se creía como arquitectura, porque no todo lo construido lo es, y no todo el que se dice arquitecto lo es. Borchers distingue entre el estudiante de arquitectura, el profesor de arquitectura, el profesional de arquitectura y el arquitecto de actividad teórica. A su juicio, todos son caminos distintos, factibles de ser seguidos.

Para Borchers la causa del problema de la disciplina está en su falta de fundamentos, o por buscar los fundamentos equivocados. Para distinguirla de las obras de ingeniería y de otras artes, señala un nuevo orden en el que se inserta la arquitectura: el orden artificial, distinto al natural que rige las formas en la naturaleza. Este nuevo orden más bien busca una ruptura con el natural, ya que deriva de las leyes mentales, por lo que exige una capacidad de abstracción. La define como “una capacidad matemática cierta y una concepción estética verdadera”, no una “combinación de elementos geométricos de dibujo lineal regulados por un sentimiento estético”. ((BORCHERS, JUAN. Op. cit. Pág. 49.)) En esta búsqueda hace también distinción entre un edificio, una construcción y una obra de arquitectura. Señala que la distinción entre una y otra reside en la relación que se produce con el hombre, a través de los sentidos. He aquí que sólo algunas construcciones sean arquitectura y por ende “obras de arquitectura”.

“El tacto es un sentido localizador. La vista es un sentido configurador. El oído es el sentido de la percepción del tiempo” dice Juan Borchers en Institución Arquitectónica.

“La arquitectura se diferencia de las demás artes plásticas y de la literatura en que no es la representación de algo, sino que es ella la cosa misma que está presente”. ((BORCHERS, JUAN. Op. cit. Pág. 154.))

La arquitectura como orden artificial

A los cinco sentidos Juan Borchers agrega las nociones de “órgano plástico”, constituido por las sensaciones, y el “órgano de la voluntad”, que incorpora las acciones; explicando así la diferencia entre “cosa”, percibida por el órgano plástico, y “objeto”, percibido por el órgano de la voluntad. Para Borchers, lo que interesa a la arquitectura es el objeto, ya que en cuanto tal tiene una relación con el hombre que va más allá de lo sensible (color, forma o material). Así nos explica que la “obra de arquitectura” pertenece al orden artificial, dejando para el orden natural la expresión estática e invariable de las leyes de la naturaleza, y factibles de ser abstraídas en el cálculo, de la cual la torre Eiffel es un ejemplo.

“La obra de arquitectura cuando lo es, actúa como un sujeto, convirtiendo al sujeto en objeto de la idea; como una voluntad que tiende a determinar el comportamiento del hombre, a arrancarlo del orden natural en que habitualmente vive”. ((BORCHERS, JUAN. Op. cit. Pág. 154-155))

Borchers plantea también que la arquitectura se distingue de las otras artes, en cuanto a la manera de percibir las obras. A su juicio, la música necesita sólo del oído, la pintura sólo de la vista, en cambio la arquitectura apela a todo el cuerpo, porque es un fenómeno de voluntad y no de sensación. He aquí una de las ideas centrales de su teoría; Borchers pone a la voluntad como un nuevo órgano donde se concentran las acciones y la autonomía, definiéndolo como:

“(…) aquel que tiene el poder de ordenar el material de los impulsos y mediante las reglas abstraídas de ellos mismos, que son otras que las obtenidas de los círculos sensoriales de los sentidos ‘clásicos’, producir nuevas reglas como una actividad continua y espontánea; es el lugar de donde se emiten todas las ejecuciones como acciones unitarias”. ((BORCHERS, JUAN. Op. Cit. Pág. 120.))

Los actos serán los que ahora constituyan materia de arte, y la arquitectura será un arte de ejecución, afirma.

“Todo lo que nace ha de ser corporal, en consecuencia: visible y tangible. Nada es visible sin luz ni tangible sin tener algo de sólido, ni existe sólido sin cierta dureza” dice Juan Borchers en Institución Arquitectónica.

Para ahondar en el tema Borchers utiliza conceptos como: operación arquitectónica, proyecto elemental, hecho arquitectónico, planta, voluntad, entre otros. Estos conceptos no están expuestos a modo de diccionario, sino que se encuentran articulados con ideas de las más distintas áreas del saber humano, incluyendo filosofía, música, escultura, ingeniería, matemáticas, química y biología. Esta articulación totalizadora complejiza la lectura, pero a la vez la enriquece al dejar cada concepto abierto a una definición más amplia. Por lo anterior, las ideas expuestas son interrumpidas con frecuencia, dando paso a otra idea (que a veces es muy distinta a la primera) o a una comparación ejemplificadora, lo cual dificulta la lectura pero potencia la ideas expuestas.

En síntesis, ¿qué instituye Institución Arquitectónica?

A lo largo del libro encontramos puntos de crítica o desacuerdo con respecto a las teorías de arte, y los procedimientos de enseñanza de la arquitectura, donde Borchers cuestiona el pensamiento vigente y expone su modo de entenderlo, siempre dando fundamentos radicales. En la medida que la lectura avanza Borchers vuelve a algunos tópicos ya comentados y les agrega algo, explicita constantemente, incluye pentagramas musicales, ecuaciones matemáticas e incluso vivencias personales. La última parte del libro incluye el escrito titulado vocación en el que narra el proceso de descubrimiento de su arte por el que atraviesa un alfarero; desde que fabrica sus piezas sólo con talento, hasta el entendimiento del orden matemático intrínseco de su oficio, que le permite perfeccionarse y darse cuenta en definitiva de la lógica de lo que hace. Borchers pone este escrito quizás como un ejemplo de lo que él quería lograr con Institución Arquitectónica: iniciar una teoría arquitectónica integral que le pusiera un sistema de reglas a la disciplina, que la esclareciera, sin limitarla en ningún caso.

Finalmente el texto hace un llamado a buscar un fundamento que sea capaz de cargar de significación una obra, que permita definirla, y que exprese claridad por parte del autor y entendimiento por parte de quien la habita. En Institución Arquitectónica, más que enseñar, Borchers procura hacernos dudar, explorar una posibilidad entre otras sobre el ejercicio de la arquitectura.

Sobre este autor/a
Cita: Giuliano Pastorelli. "Institución Arquitectónica de Juan Borchers a 44 años de su publicación: Una reflexión vigente" 13 mar 2012. ArchDaily Perú. Accedido el . <https://www.archdaily.pe/pe/02-144995/institucion-arquitectonica-a-44-anos-de-su-publicacion-una-reflexion-vigente> ISSN 0719-8914

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